Yolanda Cuevas alerta sobre la necesidad de dar un giro en los entornos laborales
Yolanda Cuevas es psicóloga clínica, de la salud y del deporte e Instructora en Mindfulness y promueve la mejora del bienestar en el trabajo y en los entornos laborales. En esta entrevista para Ágora Bienestar, congreso en el que participó como ponente y al que está muy ligada, describe con realismo y crudeza las consecuencias del estrés laboral y pone el acento en las dificultades que rodean a la mujer al tratar de hacer compatible sus obligaciones fuera y dentro del entorno familiar. Cuevas propone soluciones de mejora en los entornos laborales como una mayor presencia de los psicólogos en las empresas, la práctica de mindfulness y políticas globales que ayuden a avanzar en el bienestar a los trabajadores.
Pregunta: ¿Cuáles crees que son actualmente los principales escollos para que un trabajador tenga una situación de bienestar en su entorno laboral?
Respuesta: Casi un tercio de nuestra vida física se desarrolla en el entorno laboral pero la vida mental en ocasiones sigue enganchada a él. El ambiente laboral puede aportar satisfacción y realización personal pero también puede afectar a la salud física y mental influyendo en el resto de ámbitos de la vida.
Hay multitud de factores de riesgo psicosocial entre las que destacaría: la falta de habilidades para trabajar en equipo; resolver conflictos; diferencias culturales; problemas de organización y gestión del tiempo consecuencia del trabajo en modo multitarea; relacionarse con entornos tóxicos emocionalmente; la falta de herramientas para la gestión emocional; la elevada competitividad focalizada en los demás; el mal uso de las tecnologías; no trabajar en lo que te gusta ya que a veces uno estudia según las salidas laborales del momento; situación de crisis de la empresa; inseguridad en el puesto laboral; poca capacidad de liderazgo de los responsables destacando que un estilo de liderazgo inadecuado multiplica por cuatro el estrés de los trabajadores y disminuye su compromiso.
Estos riesgos de origen psicosocial se consideran uno de los principales problemas de salud laboral y su falta de prevención conlleva grandes costes humanos y económicos.
Las cifras van aumentando, el estrés laboral afecta al 59% de los empleados (INE,2017) porque las capacidades, recursos y necesidades del empleado son incompatibles con las exigencias del trabajo o el ambiente laboral (OMS, 2006)
P: ¿Cuáles crees que son las principales consecuencias para la salud?
R: Son muchísimas y muy graves, a nivel personal yo destacaría las siguientes: problemas físicos como enfermedades cardiovasculares, gastrointestinlaes, del sistema inmune, trastornos musculoesqueléticos; conductas de riesgo relacionadas con el uso y abusos de sustancias, alcohol, tabaco y trastornos del sueño; trastornos mentales y del comportamiento como ansiedad, depresión o burnout.
Y en el entorno laboral se observan problemas en el desempeño laboral menos productividad, mayor absentismo, mayor número de bajas a corto y largo plazo. Materializándolo en costes supone 1220 por empleado (EU-OS-HA, 2014).
Y el radio de acción afecta a las relaciones de pareja y relación con los niños y cómo estos varían sus comportamientos y capacidad de atención y concentración en sus quehaceres escolares o deportivos. Una persona estresada no está disponible emocionalmente para los suyos.
En el 2020 la ansiedad y depresión serán el principal motivo de baja laboral en el mundo.
P: ¿Hay diferencia entre el hombre y la mujer en ese nivel de bienestar laboral?
R: A la mujer se le suma las diferencias salariales, un menor reconocimiento por el mismo trabajo, la dificultad de acceso a puestos de responsabilidad y la dificultad de conciliar la vida laboral y familiar. Jornadas partidas e interminables dificultan la crianza con presencia de los hijos. Cada vez son más los estudios que demuestran el impacto en los bebés y niños que la madre (o figura de crianza relevante) no esté durante el primer año junto a él para su desarrollo emocional y apego seguro. Así que los problemas de sueño, bajo rendimiento, atención y concentración pueden aumentar en esta etapa de crianza aumentando el desgaste físico y emocional para mantener el ritmo laboral. Lo que supone una menor ventana de tolerancia a los sucesos del día a día dependiendo de su puesto de trabajo.
Hay mujeres que tardan en tener hijos porque dan su máximo en la proyección laboral, queriendo demostrar y demostrarse que son válidas. Cuando el reloj biológico apura, suena la alarma y se decide ser madre, aún hay despidos o mal ambiente laboral que lleva a “acuerdos” que invitan a abandonar la empresa.
Esto también condiciona el volver a ser madre con el impacto que conlleva en el crecimiento de la sociedad.
P: ¿Crees que las empresas están concienciadas en esa búsqueda del bienestar y conciliación laboral?
R: La clave exitosa de las empresas es ocuparse por el bienestar de los empleados y trabajar por crear y diseñar ambientes de trabajo saludables, así lo establece la Asociación Británica de Psicología (BPS). Cada vez son más las empresas que gracias a la difusión de datos, cifras e impacto que tienen en las empresas y porque lo relacionan con sus vivencias son más conscientes pero queda mucho por hacer. Tomar conciencia es una cosa y analizar y prevenir, es decir, actuar, es otra.
Según una encuesta Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el 57% de las casi 500 personas encuestadas entre 18 y 74 años cree que ha tenido alguna vez problemas de ansiedad, y el 34% depresión. De estos porcentajes el 32% nunca acudió al médico. Del otro 68% que sí acudió se diagnosticó depresión o ansiedad en el 92% de los casos, así que se intuye parecido para el otro 32%.
Entre las causas frecuentes están los problemas laborales en un 46%, los de pareja en un 40% y ya he destacado que los problemas laborales influyen en la relación de pareja.
Solo 54% de los que afirman tener estos problemas han seguido un tratamiento, porque en el 52% de los casos piensa que pueden manejar la situación por ellos mismos y un 19% ni si quiera piensa que lo necesita.
Aún con el lema de la OCU de 2012 “Más psicoterapia y menos pastillas” España sigue liderando el uso de antidepresivos y ansiolíticos y la dificultad de acceso al tratamiento psicológico.
Un 51% de las personas encuestadas siguió tratamiento farmacológico, los más fácil, que tapa el síntoma pero no va al fondo de la cuestión, el 10% a la naturopatía, el 9% utilizó deportes y educación física, que solo el 9% combino medicación y psicoterapia, el 7% utilizó técnicas de relajación, y de meditación, el cambió su estilo de vida y el 2% decidió medicina alternativa.
Es importante también diferenciar entra la gran empresa y las Pymes. Se necesitan recursos para la prevención y ayudas para poder promover iniciativas de actuación sobre las variables que afectan al bienestar de las personas y de la propia empresa. La salud física y mental de los empleados impacta de forma considerable en el rendimiento y en la economía.
Mayor implicación política, iniciativas públicas y privadas son necesarias y como dice la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010) “es un imperativo moral” la creación de ambientes psicológicamente saludables que fomenten el bienestar de los trabajadores, a la par que mejoren el rendimiento, y la productividad de las organizaciones.
La implementación de estas medidas suponen cuantiosos beneficios también como señala la European Networ for Workplace Health Promotion, por cada euro invertido en promocionar la salud en el trabajo se recuperan entre 2,5 y 4,8 euros, al reducirse costes asociados al absentismo laboral (ENWHP, 2005)
El estrés laboral supone un coste anual de 20000 millones de euros por los días de trabajo perdidos o los costes sanitarios asociados.
P: ¿Qué papel puede jugar un psicólogo en ese campo empresarial, en esa búsqueda de un buen entorno laboral?
R: Me gustaría destacar un estudio de José María Peiró director del Instituto de Investigación de Psicología de los recursos humanos, porque aunque defendemos que a mayor bienestar mayor productividad y rendimiento pero no entendido como trabajar más sino mejor, destaca tras un estudio realizado con su equipo que un 20% de los trabajadores sobre todo en época de crisis se sitúa en dos patrones anómalos, trabajadores productivos pero con bajo bienestar o al contrario trabajadores con bienestar pero poco productivos. Reflexión: ¿cuánto tiempo una empresa o un trabajador puede sostener esta combinación?
Y que cuando hablamos de ser feliz tenemos que distinguir entre la felicidad hedónica caracterizada por buscar placer y la evitación del dolor, y la felicidad eudaimónica relacionada con la realización y el propósito de la vida. Así no desvirtuar el concepto de felicidad en los entornos laborales y con ello no promover acciones que no cumplen las expectativas creadas en las empresas.
Parte de las acciones que puede desarrollar un psicólogo en los entornos laborales están destinadas a tomar conciencia de ciertos aspectos relacionados con la Inteligencia Emocional. Talleres experienciales o ciclos formativos sobre cuestiones relacionadas con el estrés y su gestión. Formaciones prácticas para el desarrollo de habilidades comunicativas y de resolución de conflictos, estrategias de regulación, automotivación y aprender a relacionarse con los pensamientos, trabajar la seguridad en uno mismo, liderazgo, optimismo, resiliencia, promover la adecuada gestión de la agenda y aprender a priorizar, fomentar el autocuidao…que ayudan a tomar conciencia y reflexionar de los aspectos entrenables y que mejorarían el ámbito laboral y su vida personal.
Se trata de trabajar de forma sostenible sin sacrificar tu vida física, emocional y personal.
P: ¿Qué aconsejarías que pueda ser eficaz?
R: Como psicóloga e Instructora en Mindfulness promuevo la incorporación de Mindfulness en las organizaciones y también llevarlo fuera del entorno laboral para promover una vida equilibrada y coherente.
Tanto cerebro lleno de cosas, tanto piloto automático y mucho “hacer” en modo multitarea, esa adición a la acción, descentra de lo que de verdad importa. Los trabajadores se vuelven improductivos aunque la sensación sea la contraria. Así que conseguir una mente más liberada promueve un cerebro más creativo, efectivo, atento y amable.
Las investigaciones resaltan que la práctica de mindfulness aumenta la atención, la priorización efectiva, que disminuyen las multitareas improductivas, que mejora la calidad del sueño, que mejora la memoria, y disminuye el cansacio mental y el estrés…entre otros beneficios.
Se trata de reconectar el cerebro y aprender a responder y no a reaccionar de forma contraproducente ante situaciones, personas, problemas o imprevistos. A saber lidiar con el día a día pero nunca como herramienta de contención para seguir tragando. Mindfulness no impide poner límites, saber decir no, o defender tus derechos seas trabajador o seas empresa.
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