Roams: Cómo una pyme prioriza el bienestar integral como motor de innovación y compromiso

¿Qué los llevó, como pyme, a priorizar el bienestar integral en vuestra organización?

En Roams siempre hemos tenido claro que el bienestar no es un extra, es una condición para que una empresa funcione bien y a largo plazo. No puedes construir una compañía innovadora si la gente que la impulsa no está cuidada. Nuestro equipo ha crecido en un entorno exigente, donde el talento y la implicación son altísimos. Por eso, el bienestar no es solo una responsabilidad, sino una forma de proteger nuestra mayor ventaja competitiva: las personas.

¿Cómo logran equilibrar la inversión en bienestar con los recursos limitados propios de una empresa pequeña?

Con creatividad, coherencia y foco. No se trata de gastar más, sino de escuchar más y decidir mejor. Hemos invertido en medidas que realmente marcan la diferencia, desde la flexibilidad horaria real hasta espacios de desconexión o herramientas que reducen la carga mental. Muchas de nuestras acciones no requieren grandes presupuestos, sino sentido común y una cultura alineada. Cuando integras el bienestar en la forma de trabajar, se convierte en una inversión que se paga sola.

¿Qué impacto tangible han observado en su equipo tras poner en marcha estas políticas?

La mejora más evidente es el nivel de compromiso. Las personas se sienten parte del proyecto, y eso se traduce en más permanencia, más innovación desde dentro y una capacidad de adaptación brutal. En un entorno como el nuestro, en constante cambio, ese nivel de cohesión es determinante. También hemos visto una mejora clara en indicadores de productividad y en la forma en la que el equipo gestiona el estrés o los picos de trabajo.

¿Cuáles son los pilares fundamentales del programa de bienestar de Roams?

Hay cuatro pilares que guían todas nuestras decisiones en este ámbito:

1. Flexibilidad real, no cosmética. Cada persona tiene una vida distinta, y eso hay que respetarlo.
2. Desarrollo profesional sostenible, donde crecer no signifique quemarse.
3. Escucha activa y participación, con canales abiertos para proponer, opinar o pedir ayuda.
4. Compromiso con el entorno, porque el bienestar también pasa por sentir que trabajas en algo con propósito y responsabilidad social.

¿Qué importancia tiene la conciliación y el desarrollo profesional dentro de su cultura corporativa?

Total. Sin conciliación no hay compromiso duradero. Y sin desarrollo, no hay futuro. En Roams apostamos por crecer desde dentro, promoviendo talento interno y acompañando a cada persona en su evolución profesional. Lo hacemos con formación, con planes de carrera adaptados, y sobre todo, con conversaciones frecuentes que permiten ajustar expectativas y necesidades. Sabemos que las personas pasan por distintas etapas vitales, y nos esforzamos por acompañarlas en todas.

¿Han recibido feedback directo de sus trabajadores sobre estas medidas?

Sí, y de hecho, muchas de nuestras decisiones nacen de ese feedback. Hacemos encuestas internas, pero también hablamos mucho, sin filtros. La gente sabe que puede venir a plantear una mejora o señalar algo que no funciona. A veces el feedback más valioso no viene en una reunión formal, sino en una conversación de pasillo o un mensaje informal. Y cuando notas que el equipo propone mejoras, es que siente que esto también es suyo.

¿Qué valor tiene este reconocimiento en una categoría que suele estar dominada por grandes empresas?

Muchísimo. Este premio demuestra que no hace falta ser una gran corporación para cuidar de tu gente. Las pymes también podemos liderar el cambio, incluso con más agilidad y cercanía. Que se reconozca el esfuerzo de una empresa de Palencia que compite con gigantes es un orgullo, pero también una señal de que estamos haciendo las cosas bien. Para nosotros, este premio no es un punto final, sino un impulso para seguir mejorando.